jueves, 26 de enero de 2012

II

Somos errantes cuando creemos que el amor tiene un único significado.
Erramos cuando juzgamos el amor del otro o de los otros porque no se condice con nuestro concepto de amor o nuestra manera de amar.
Yo te amo, mucho. Vos me amás, mucho también. Yo siento que te amo más, tal vez sí, tal vez no, tal vez amamos diferente y los dos en la misma medida.
La diferencia entre vos y yo reside en que, cuando infantes nos amaron distinto, entonces aprehendimos otra forma de amar.
Ansío que mi amor se nutra de tu amor para que, al menos, si sacamos algo bueno de este cruce de caminos, en el que no me ves junto a vos "hasta que la muerte nos separe" porque preferís que ver/vivir "presente" (mientras yo sí quiero verte así), aprenda otro de los significados del amor, entonces cuando la alegría tire piedritas en mi ventana y yo decida abrirla, amaré de una nueva manera. Con la conjunción de la mía y la tuya y será, ya verás, "hasta que la muerte nos separe".

lunes, 23 de enero de 2012

I

La ciudad aplastante sobre mi pecho, como una pata de elefante.
Me está matando, no puedo moverme.
Me están disociando las entrañas, ¿las entendés?
Mirame, forro, ¿entendés lo que me pasa por dentro?
Mis neuronas están en corto intentando entenderme
y me río, es lo que mejor me está saliendo, mientras me retuerzo.
Se está yendo todo a la mierda mientras la aplastante ciudad
me deja sin aire.
Busco estabilizarme mientras me balanceo sobre vos.
Acabo y después escapo.
Correme, no soy de ninguna parte y no voy a ningún lado,
estoy desolada y la ciudad me revienta.
Domesticame.